En este mundo nadie nace aprendido. Cuando intenté formarme como trader quise pasar a la práctica lo antes posible, para poder poner en practica la teoría que iba aprendiendo y porqué quería practicar operando en los mercados.
Dando palos de ciego, como a más de uno os habrá pasado, me he encontrado un montón de brókers, cada uno con un bono más exquisito que el anterior, pero lo que estaba buscando es lo que todos ofrecen: una cuenta demo.
He abierto muchas cuentas demo, las cuales he reventado en poco tiempo por la falta de experiencia (algo muy normal). Cada vez que quebraba alguna, si no daba opción de abrir otra demo al mismo usuario buscaba otro bróker, y así repetidas veces.
El problema de estos registros es que a pesar de pedir pocos datos para hacerte usuario de una cuenta demo, siempre obligan a poner un correo eléctronico y un número de teléfono.
Aquí empieza la pesadilla. Te llaman desesperadamente para ofrecerte un mundo de oro, asesoramiento de primera mano en oportunidades que no se pueden dejar escapar porqué son trenes que pasan una sola vez en la vida.
Al principio coges el teléfono, atiendes la llamada con mucha ilusión ("Dios mío, me ha llamado un corredor de bolsa" es lo primero que pensaba "ya me siento dentro de este mundo"). Mucha educación y mucha atención, te van guiando paso a paso para poder registrarte sin compromiso en su cuenta demo, pero a medida que iba avanzando la gestión llega un momento en que te piden que introduzcas en la web el número e tarjeta para hacer un cargo para venderte de entrada una cuenta real. Tu intentas hacerle entrar en razón que sólo quieres practicar, no te ves preparado y se lo toma a bien, te deja reflexionar y te da 24 horas para meditarlo. Te vuelve a llamar pero ante la negativa por la falta de experiencia de querer hacer un serio desembolso (por lo menos para mi economía doméstica) se sienten ofendidos, educadamente te tachan de estupido por no querer lucrarte con su bróker y su superoferta.
Llamadas se repiten una tras otra sin ser atendidas. Cuando vas probando demos de un broker y de otro esas llamadas se multiplican. Estas insistentes roturas de mi tiempo de descanso u ocio por las llamadas me hacían plantear cual es el broker en el cual NO me registraría.
En la actualidad opero con un broker, desde hace algo más de dos años, que nunca me ha acosado telefónicamente. Es más, nunca me han llamado. Las veces que he tenido que contactar con ellos me han atendido muy atenta y eficientemente y no hemos llegado ni a usar la vía telefónica.
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